MONK

Esto no es un libro, que no te engañen, esto es una ventana para asomarte a la vida de Monk, un niño solitario que se pregunta todo el tiempo acerca de las razones que tiene la gente para tratar mal a sus semejantes. “No tiene sentido” concluye, mientras se divierte en soledad con sus juguetes. Un día llega un familiar que cambiará su vida para siempre. Todos fuimos niños, ese es un hecho, sin embargo, ahora hay muchos adultos que no lo recuerdan. Quizá esta ventana les permita asomarse a ese pasado ya olvidado y recuerden con gusto, como se sentía jugar con sus carritos, con sus aviones, con la pelota y con la imaginación. Si eres niño y quieres acompañar a Monk en su aventura, no grites, ni llores, ni patalees para que te lo compren, mejor esgrime un argumento sólido para convencer a quien traiga dinero de lo importante que es para ti leerlo. Pero si no se deja convencer, ésta puede ser una buena oportunidad para ahorrar y un día tenerlo, cuando eso suceda, pídele al autor que te lo firme, que se tome una foto contigo y que te cuente de cómo ser niño es lo mejor que le pudo pasar. Si eres adulto, también puedes sumergirte en él, aunque no nos hacemos responsables si después de leerlo, la nostalgia te provoca desempolvar esos viejos luchadores de plástico para jugar con ellos. ¿A poco no se sentía muy bien hacerlo? Solo un detalle, si sientes que alguien te está viendo, no te preocupes, solo es un fantasma que también quiere jugar contigo.